viernes, 12 de febrero de 2010

Disparan a un vigilante con su propio arma en el atraco a un centro comercial

Un vigilante de Prosegur resultó herido de gravedad ayer por la tarde durante un intento de atraco en el interior del centro comercial Isla Azul (Carabanchel), junto a la M-40. Tres argentinos asaltaron a la víctima y a su compañero cuando sacaban cuatro sacas con la recaudación de la sucursal del Santander del interior del inmenso hipermercado. Al cierre de esta edición, la víctima, de 44 años, permanecía muy grave.
Los hechos se produjeron a las 19.50 horas. Los dos vigilantes se apearon del furgón y se dirigieron a la sucursal bancaria, situada en la planta baja del centro comercial. La idea inicial de los atracadores era dar el golpe justo cuando los vigilantes llegasen al furgón. Sin embargo, la operación se precipitó. Este cambio de planes pudo deberse porque, según confirmaron fuentes del caso, había un cuarto compinche en el exterior, de pie, vigilando, y se percataría de los problemas que representaba la gran cantidad de público que había fuera.
Justo cuando los dos vigilantes abandonaban el banco, los otros tres delincuentes se echaron sobre ellos. Uno de los ladrones arrebató el revólver al vigilante que posteriormente resultó herido. Un segundo atracador empuñaba su propia pistola. En la trifulca, el que había quitado el revólver al vigilante le disparó. Uno de los proyectiles impactó contra el abdomen del vigilante y otro en la pierna, fracturándole la tibia, informó Emergencias Madrid.
Según la Policía, otro le dio en la cabeza, aunque la herida de mayor gravedad es la primera, que le afectó al vientre. Sangraba abundantemente. En el tiroteo, una bala rebotó y fue a parar al pie de una joven de 30 años. En cuanto al otro vigilante, sufrió contusiones por la trifulca. El vigilante herido fue trasladado por el Samur-Protección Civil al Doce de Octubre. La chica, al Clínico.
Un policía de paisano detuvo a uno de los ladrones; en el tiroteo resultó herida leve en el pie una joven
Dos de los asaltantes lograron escapar del centro comercial en una moto. La Policía ha establecido un dispositivo de control de carreteras y vigilancia para dar con su paradero. Las cámaras de seguridad han captado diversas secuencias del suceso. Pero la «película» no terminaba ahí. El tercer delincuente, empuñando un arma de fuego con el brazo en alto, corrió hacia la escalera mecánica que sube a la planta principal del centro, lleno de restaurantes.
Un policía que en ese momento no estaba de servicio, perteneciente a la Brigada de Seguridad Ciudadana, fue el primero en darle caza. Otra media docena de vigilantes de seguridad del establecimiento de compras y ocio, también de Prosegur, se avalanzaron sobre el atracador, cuando había subido las escaleras. Entre todos, lograron reducirle y quitarle el arma. Ningún miembro de la banda consiguió llevarse las sacas.
Mientras, la gran cantidad de personas que se encontraba en el centro comercial no salía de su sorpresa inicial, para pasar luego al pánico. Muy pocos vieron el momento del atraco, pero sí el de la detención. El sujeto en cuestión, de unos 26 años, delgado, pelo moreno, muy corto, vestía pantalón vaquero y camiseta azul. No es muy alto. Y no cesaba de gritar: «¡Esto es un error! ¡Os habéis equivocado de persona!». Los asaltantes no iban encapuchados, probablemente, porque pensaban cubrirse en el momento que inicialmente tenían preparado para el atraco, junto al furgón.